Mi amigo Xavi me ha hablado más de una vez de este particular rincón del Pirineo. Me lo nombra frecuentemente cuando el objeto de la conversación gira en torno a ascensiones a través de corredores o goulottes, esos puntos débiles de la pared que la montaña utiliza como desagüe para expulsar todo lo que le incordia.

Los macizos más frecuentados en Cataluña para esta modalidad son el Cadí y la zona de Vallter, básicamente por su accesibilidad y la variedad de itinerarios que nos ofrecen, pero tienen un punto flaco: La innivación. En el Cadí más por la escasa altitud, y en Vallter más por la latitud oriental, la cantidad de nieve no siempre es suficiente y la calidad no siempre es la adecuada. Pero ahí aparece Porté-Puymorens y las paredes noroeste de los picos de la Fontfreda, de Valletes y de la Vinyola, plagadas de flamantes corredores, goulottes y diedros helados que harán las delicias de los más lolos.

A mi amigo Joan le gusta tanto como a mí añadir un poco de pimienta a las salidas con esquís, tiene dos herramientas por estrenar, y este fin de semana libra. Cuando le planteo mis planes muerde el anzuelo como un pececillo y no duda ni un instante en apuntarse al bombardeo. Nuestros amigos Loli, Jose i Sebas se apuntan a última hora pero deciden realizar una tranquila matinal al Pic de la Mina para llegar pronto a casa.

Desenfundo la guía de nuestro Pako Crestas y seleccionamos el couloir Excátedra, itinerario de longitud y dificultad moderada con un par de resaltes más empinados ideales para que Joan empiece a gastar su piolets. Después de hacer noche en Puigcerdà, salimos hacia el Col de Puymorens y en seguida comprobamos que tal como sabíamos pero no queríamos creer las condiciones no son las ideales; no hace ni pizca de frío, hay más bien poca nieve y la que hay no está en buenas condiciones, por lo que decidimos cambiar de planes y abordar un sencillo corredor visible durante la aproximación, menos empinado que el Excátedra, y en el que la escasez de hielo o nieve no nos impida culminarlo con éxito: el corredor Oeste del Pic de la Vinyola.

El corredor no ofrece dificultad alguna salvo un resalte rocoso inicial y algún otro tramo intermedio en el que la falta de consistencia de la poca nieve presente nos hace probar la adherencia de los crampones en la roca subyacente. Después de hacer cima sin más problemas y ya con los esquís en los pies, negociamos el descenso con la siempre incómoda nieve crosta con la mayor dignidad posible hasta que llegamos a pistas, lugar donde ya en la soledad de la tarde podremos por fin disfrutar de un delicioso vals sobre la pista de baile hasta llegar al coche.

Como siempre, acabamos celebrando la jornada de actividad rodeados de abundantes manjares regados con cantidades ingentes de cerveza. Esta vez en el Plat Rodó de Puigcerdà.

Datos técnicos:

• Altitud: Pic de la Vinyola – 2.814 mt
• Punto departida: Col de Puymorens
• Longitud: 13,19 km
• Desnivel: ±900 mt (200 mt corredor)
• Horario: 2 1/2 h. aproximación. 1 1/2 h. corredor. 1 1/2 h. descenso
• Dificultad: 45º-50º. BEA – S2,S3
• Material: Personal básico
• Track: PIC DE LA VINYOLA – Canal Oeste

Canal Oeste y puntas de la Vinyola

Pic de Valletes

Pic de la Mina

Pic de Vallletes