Siempre me han fascinado las imágenes en blanco y negro. Quizás sea la majestuosidad y la sobriedad que transfiere el blanco y negro a los paisajes de alta montaña, quizás sea simplemente por ese juego de contrastes entre el blanco de la nieve y los tonos oscuros de la roca. En el caso de paisajes nevados, es bonito percibir las sinuosidades de la orografía a través de las sombras, texturas y huellas que la luz, el viento, el agua y el paso de montañeros se encargan de labrar sobre nuestro apreciado manto blanco.
Esta galería estará viva, es decir, la iré modificando con el tiempo con el fin de ofreceros siempre las mejores fotos de las que disponga.
Espero que os guste.