Tuc de Baciver

Empezaba a haber ganas de que nevara, y una oportuna borrasca antes del puente de la Purísima nos dejó unos primeros gruesos muy decentes para el estreno de la temporada.

Para ser sinceros, las sensaciones ante esta salida eran extrañas y contradicorias, y a la vez compartidas con mi amigo Eladio, mi habitual compañero de fatigas en estos últimos tiempos. Nos sucede a ambos que hemos recuperado el gusto por la roca, nos ha vuelto a picar el gusanillo de la escalada después de muchos años, y para ser sinceros, no nos sentimos especialmente entusiasmados con la llegada del invierno.

Pero como todo es empezar, ni cortos ni perezosos organizamos la salida. Por salirnos un poco de las habituales salidas de inicio de temporada a Cerdanya o Vallter buscamos el objetivo por otros lares y nos decantamos por el Tuc de Baciver en la Val d’Aran, pico de modesta dificultad y desnivel ideal para iniciar el rodaje tanto de las pieles como de nuestro poder aeróbico.

Al tándem se le fueron uniendo componentes paulatinamente: Primero, mi hermano Lluís y su inseparable María, ambos debutantes en esto del esquí de montaña, prueba que superaron con nota; El día anterior, nuestro free-rider particular Carles, que pasaba unos días en el Pallars y se escapó esa mañana de sus quehaceres familiares para acompañarnos; Y en última instancia, Xavi, miembro destacado del grupo Sorreig y veterano habitual de los circuítos de carreras de esquí de montaña. Y así es como el heterogeneo grupo se dio cita en el párquing de l’Orri dispuesto a disfrutar de la jornada.

Ascensión tranquila, sin prisas, Eladio ejerciendo las veces de impagable coach de María y Lluís, Carles y Xavi sacando unas cuantas cabezas al grupo, y mientrastanto un servidor haciendo fotos, merodeando a unos y a otros.

En definitiva, sol, ni una brizna de viento, buena temperatura, buena nieve, y sobretodo buena compañía, con especial mención a mi hermano y María, los cuales me hizo mucha ilusión que vinieran. Y espero que repitan…

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